viernes, 29 de febrero de 2008

Falsos e incompetentes.

Hay una legión de ineficaces que llenan todos los ámbitos de la vida, que no solo provocan con su ineptitud y torpeza colapsos y funcionamientos deficientes, problemas y trabas -casi siempre donde no las había- sino que además se van jactando de su buen hacer, de su eficacia y de su valía. Es curioso, abundan y crecen sin medida estas personas porque unas a otras se van alimentando y así procrean y se multiplican con sus mutuos apoyos y su solidaridad. A veces pienso que son bien conscientes de su inutilidad y es por eso que se adulan unos a otros y se montan su sistema de compadreo, ayuda, protección y defensa a ultranza ante cualquier voz crítica que ose interponerse en su camino. Incluso organizan la inoperancia y malas artes en documentos, proyectos, conferencias, clases, cursos... que nos imponen y hacen perder el tiempo; así de claro y tajante soy, pérdida de tiempo es todo lo que montan e inventan. Estos son los que siguen los consejos de Gracián: "Aúgmentase la simulación al ver alcanzado su artificio, y pretende engañar con la misma verdad: muda de juego por mudar de treta, ya hace artificio del no artificio, fundando su astucia en la mayor candidez."

Por contra, hay un ejército refugiado en las trincheras de inmensa valía, que indaga, profundiza y busca llegar al fondo de los asuntos, que resuelve y aclara aquello que entre su mano cae. Pero, curioso asunto este, viven enclaustrados, cercados por la inoperancia de tantos que les recriminan su seriedad, exigencia y rigor. Son personas que observo todos los días, que no regalan falsas sonrisas, que no engañan y lo que está mal lo sancionan como tal, sin pintar bellos paraísos que no existen. No los pintan porque no tienen intereses particulares, no necesitan de ese "locus amoenus" inventado, bregados como están en los campos de barro y lluvia, donde podrían sobrevivir por sus inmensas e inacabables virtudes. Los otros, querido Grice, al primer paso quedarían atrapados en el fango, sin recursos, poco acostumbrados a salir de las dificultades con mano firme e inteligencia.

Los rosales son fáciles de regar, pero pinchan en el tallo, no se olvide.

Y yo me pregunto, estimado amigo, ¿qué ocurre para que esas personas virtuosas vuelvan llenas de zozobra y amargura a casa los viernes, mientras los otros sonríen, ajenos al destrozo que van perpetrando cada día, encantados de haber sostenido una semana más sus castillos de arena? Y una semana más se saben vencedores, otra vez han acusado, han reprendido, han ninguneado y mirado con desprecio a los que se han hecho preguntas; una semana más se han colgado sus medallas; una semana más nos han complicando la existencia con su gran incompetencia.

Hoy, querido Grice, este escrito lleva dedicatoria: a mis compañeros de departamento.

2 comentarios:

Luis Quiñones Cervantes dijo...

Jamás me imaginé que podría emocionarme con Gracián. Pero creo que sigue sin emocionarme, sino que sencillamente me he emocionado con lo que has escrito. Eres un Larra contemporáneo, macho. No me quito el sombrero porque me parece un inútil complemento del traje y no llevo.
Gracias. Por tus palabras, y tu comprensión en días en que uno anda, incluso por la noche, como sin rumbo o con el pie cambiado.

Salud otra vez.

Anónimo dijo...

Gracias compañeros. Me quitaría el sombrero, pero mi condición de fémina hace que sustituya ese ademán por una leve inclinación de mis rodillas. Ante vosotros, sí: pequeños Hércules disfrazados de hombres que venís a este submundo dispuestos a ensuciaros las manos y a resolver los más infames entuertos. Vuestras hazañas no serán reconocidas por los poderosos y doctas Medeas que pueblan los mismos pasillos que vosotros y gustan de practicar el Oráculo Manual. Pero los hay que, entusiastas de El Criticón, todos los días recogemos la inteligencia y comprensión que derrochan vuestros bolsillos sin vosotros saberlo y en ocasiones nos sirven de escudo contra la maledicencia, la injuría y la infamia…. Vuestras hazañas son muy útiles como veis a aquellos que aun inexpertos andamos buscando torpemente la verdad y la virtud.

Hoy, que de nuevo siento que Medea me ronda e intenta colar a Angustias en mi cama, gracias compañeros.

La vecina de departamento